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miércoles, 6 de octubre de 2010

Antecedentes. La Revolución 2 de 2



Cien años después de la independencia, tuvo origen el decenio más violento de la historia del México independiente dentro de un contexto donde el Estado y sus instituciones gozaban de una imagen de debilidad  y en el que los ciudadanos buscaban igualdad y libertad. A la muerte de Juárez, siguió una guerra civil. Después, en 1877, Porfirio Díaz se hizo proclamar presidente y se mantuvo más de 30 años en el poder hasta que en 1910 estalló la revolución mexicana.

Es necesario poner de relieve que aunque el movimiento de la revolución mexicana tenía como bases el problema agrario, la desigual distribución de la tierra y por tanto, la pobreza a la que estaba condenado el campesinado; las finanzas públicas y privadas (durante el “porfiriato”) representaron un impulso económico y por consiguiente, se desarrolló la frontera norte del país al construir vías ferroviarias las cuales contribuyeron a impulsar el comercio y el desarrollo minero.

El periodo llamado “Porfiriato” (1877-1910) fue resultado de la falla de las nacientes instituciones políticas republicanas para resolver, dentro de la legalidad, el problema de la transmisión del poder. La dictadura de Porfirio Díaz dio como resultado una estabilidad oligárquica dando origen a una sociedad mexicana desigual. Finalmente, fue en 1910 cuando  Francisco I. Madero rompió el silencio instaurado por el dictador, bajo el lema de "Sufragio Efectivo No Reelección", invitando al pueblo mexicano que se organizara en partidos para iniciar una auténtica vida institucional. Así, se convirtió en el líder de la gente que quería un cambio después de treinta años de “Porfiriato” organizando el Partido Antirreleccionista, recorriendo todo el país e iniciando del mismo modo la primera campaña electoral de México. A consecuencia, Porfirio Díaz, conociendo la capacidad de Madero por mover a las masas y previendo una posible manifestación, lo encarceló. Sin embargo, el dictador fue elegido presidente y Madero fue puesto en libertad. De tal modo, se mudó a Estados Unidos donde organizó la revolución; mientras, Emiliano zapata se alzaba en el sur de México. Después de seis meses, Porfirio Díaz abandonó el país y la revolución triunfó. Madero asumió entonces el poder, pero los jefes revolucionarios mantuvieron disensiones en todo el país.

La mayoría de los líderes de la revolución llegaron a ocupar la presidencia de la república; pero fueron años violentos y muchos de ellos fueron asesinados: Francisco Madero, Emiliano Zapata, Álvaro Obregón. Por consiguiente, la Revolución mexicana resultó ser una suma de distintas rebeliones y el periodo más violento fue cuando los revolucionarios se enfrentaron entre sí. Los supuestos héroes que se decía, lucharon juntos y unidos y terminaron asesinándose unos a otros.
 A partir de Plutarco Elías Calles, presidente entre 1924-1928, se produjo la “institucionalización” de la revolución. Cabe notar que a pesar de la inestabilidad política de los primeros años de la revolución, desde 1917, México contó con una nueva constitución que incluía los principios fundamentales del movimiento social, promulgada por Venustiano Carranza.  

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